jueves, 20 de noviembre de 2008

O X A L A

O X A L A

Oxala es la manifestación cósmica del cielo, de la tierra de la luz de la paz y del amor.

Es el denominado “padre” de la humanidad, el “padre” de todos los orixas y nuestro padre

Celestial.

Todas las personas de religión o no, le brindan su respeto, cariño, y veneración.

A el se le encargó la creación del ser humano.

Su vida fue relatada de forma oral, de la cual hay muchas leyendas, las culturas afro-brasileñas,

Han recopilado algunas para nuestro conocimiento.

Algunos dicen que tuvo dos esposas. Una fue Naná, la mas vieja, con quien tuvo a Omulú, Loko,

Y Oxumaré.

La otra fue Yemanjá, mas joven con quién tuvo los otros hijos, o sea los orixas restantes.

En Africa se lo conoce como OBATALA

En el principio de las cosas, cuando Olordumaré bajó al mundo, se hizo acompañar de su hijo Obatalá. Debajo del cielo sólo había agua. Entonces, Olordumaré, le entregó a Obatalá un puñado de tierra metido en el carapacho de una babosa, y una gallina. Obatalá echó la tierra formando un montículo en medio del mar. La gallina se puso a escarbar la tierra, esparciéndola, y formando el mundo que conocemos. Olofi también encargó a Obatalá, para que formara el cuerpo del hombre. Así lo hizo, y culminó su faena afincándole la cabeza sobre los hombros. Es por eso que Obatalá, es dueño de las cabezas.

En cierta ocasión los hombres estaban preparando grandes fiestas en honor a los orishas, pero por un descuido inexplicable, se olvidaron de Yemayá. Furiosa, conjuró al mar que empezó a tragarse la tierra. Daba miedo verla cabalgar, lívida, sobre la más alta de las olas, con su abanico de plata en la mano. Los hombres, espantados, no sabían que hacer y le imploraron a Obatalá. Cuando la rugiente inmensidad de Yemayá se precipitaba sobre lo que quedaba del mundo, Obatalá se interpuso, levantó su opayé (cetro), y le ordenó que se detuviera. Por respeto, la dueña del mar atajó a las aguas y prometió desistir del cólera.

Es orishá mayor, creador de la tierra y escultor del ser humano. Es la deidad pura por excelencia, dueño de todo lo blanco, de la cabeza de los hombres, de los pensamientos y de los sueños. Hijo de Olofi y Olordumaré, fue mandado a la tierra para hacer el bien y para que gobernara como rey del planeta. Es misericordioso y amante de la paz y la armonía. Rige la buena conducta y es capaz de aplacar a su hijo Xangó y Oggún Areré. Todos los orishas le respetan. Todos lo buscan como abogado. No admite que nadie se desnude en su presencia o se profieran frases duras o injuriosas. Sus hijos deben ser muy respetuosos. Tiene veinticuatro caminos o “avatares”. En el Diloggún habla por Unlé (8), y le pertenecen todos los múltiplos y submúltiplos de 8. El castillo que le pertenece tiene 16 ventanas. Sus sacerdotes se llaman Ochabi

.

En Okó como ORIXAAKO

En Egipto como OGUIÑA

En América como ORIXALA o como se lo llama mas comúnmente OXALA

OXALA, se lo conoce de dos maneras :Oxaguia que es el Oxala joven, guerrero, impulsivo, y

Difícil de dominar, necesita de su propia experiencia personal para aprender, no se deja llevar

Por nadie.

El otro OXALA, es Oxalufa, Oxala viejo, mas sereno y tranquilo que el primero, con la experiencia

De la longevidad, sabio, aplomado y paternal.

Dentro de los tipos de OXALA, encontramos también:

Oxala Obokum

Oxala Olokum

Oxala Dkum

Oxala Jakum

Oxala Orumilaia

OXALA EN OCHA (OBATALA)

SINCRETIZADO CON LA VIRGEN DE LAS MERCEDES

Obanlá, Orichanlá u Ochanlá : es una viejecita friolenta y temblorosa a la que hay que tapar con una sábana blanca. En cuanto baja pide manteca de cacao para que le hagan una cruz en la palma de la mano y en la cabeza hacia la zona donde se une el occipital con los parietales. También come un poco de esa grasa que se supone, aclara la inteligencia, que es un preparado a base de aceite de palma, huevo batido, ralladura de coco y aguardiente, y que toman los ancianos de Ochá

Atributos de Ochanlá : se coloca en una sopera algodón y pluma de loro. Es ciega y enseño a leer a una niñita ; teje y borda y tiene una sillita. También en sus atributos lleva una bola de marfil. Se le saluda abrazándola y luego se cruzan los brazos de espalda a espalda, como abrazándose así mismo, y se cruza la cabeza con la del orishá por dos veces. Se la identifica con Las Mercedes y Santa Ana.

Igbá Ibó, Ibaíbo, Ibá Ibó Obá Ibó, Obba Iba, Baba : es un Obatalá viejo ( arubó ). Es el pensamiento divino y se le representa como el ojo de la Divina Providencia. Es el misterio del güiro que habla. No se deja ver y si alguien lo viera, quedaría ciego para siempre. Es el Foddú Daa de los Arará. Los Eguadó dicen que es de su tierra, y que su mujer, Iyemmú, constituye la pareja de padre y madre ( Baba - Iya ) de donde nacieron todos los Orishas.

Owá Olofón , Obá Olofún , Oba Lufón , Ocha Lufón , Arubó : es el Obatalá macho primitivo. Igual al sol y al creador, se dice que muchas veces aparece o se manifiesta como una viejecita que, cuando baja, se presenta muy arrugada, pequeña y temblorosa de frío. Se le cubre desde la cabeza a los pies con una sábana limpia. Todos los Orishas obedecen de inmediato cualquier orden de ésta deidad, pues con sólo levantar su mano derecha y ponerla frente a la cara de cualquiera de ellos, se tranquilizará y prometerá lo que le pida Obatalá. Su baile es muy difícil, lo hace muy agachado, con las manos casi a ras del suelo, el espinazo totalmente encorvado y con una gracia y cadencia tan subyugante como ardua. Es de tierra Lucumí Oyó, Yebú y Eggwadó. Es el primero que habló y dio a los hombres la palabra y el derecho a ejercitar el sexo.

Ocha Griñán, Ocha Guiña, Osa Griñán, Sagriñá y Agguiriñá : se trata de un Obatalá, también muy viejo, mensajero de Olofi, que subía a las montañas. Muy pacífico, tiembla mucho por su vejez. Proviene de la tierra de Ijesá. Le pertenece la lechuza, que es el símbolo de la inteligencia, la discreción y la experiencia. También es el que puede ver cuando nadie puede. Le pertenecen los Ibeyis ; Salako (varón) y Talabí (hembra). Por ese camino dicen que conduce el Ilé que Olofi tiene en la loma. Vive escondiéndose del aire. Anda con muletas, pero cuando se molesta, las tira y arremete con un machete. Cuando se le pide, se le pide al revés.

Achó , Acholó, Baba Achó : Es macho y muy poco mencionado. Es compinche de Xangó, y siempre se lo encuentra en las montañas nevadas. Se lo identifica con San José de la Montaña. Su fundamento se envuelve con el paño blanco de piso del iyawó. Lleva mucha miel.

Oba Moró u Obamoró : Es macho. Sus otanes son cuatro. Cuando baja es como si cargara una cruz, un gran peso de la humanidad, y por ello se le aplican todos los tributos de la pasión. No baila y se lo suele vestir de morado. Está sincretizado con el Jesús Cristo crucificado y también en Jesús Nazareno. Viene de tierra Takuá, y su patakkí es muy controvertido, ya que en sus largas peregrinaciones como rey, pasó “las de Caín”.

Baba Fururú : es el que se sienta a dar instrucciones a los jóvenes. Por su gran sabiduría, es muy escuchado, y todo lo que enseña se basa en leyendas y cuentos místicos de Ochá. Está sincretizado con San Joaquín. Su fundamento se talla en una imagen de madera que representa a un anciano con vestimenta harapienta y un libro en su mano izquierda. Se le atribuye el conocimiento y las enseñanzas.

Yekú-Yekú , Yekú Oño : Unos lo dan por anciano, y otros por anciana, pero lo transcultan con el Cristo de Limpias y San Joaquín de la Paciencia y Humildad, que durante la esclavitud se hallaba en la iglesia de los ingenios. Representa ambas facetas de la humanidad, el femenino y el masculino, siempre como anciano. Su collar ritual es de cuentas blancas con bolas de nácar y marfil. Lleva bastón, el cual va adornado con una pelota que se saca del estómago de las vacas. Se lo asocia con la Santísima Trinidad.

Ayáguna , Ivá Yaguná, Ayágruná : es un Obatalá macho guerrero, intrépido y combativo como Xangó. Tiene bastón y es el más fino de los Obatalá. En Arará le dicen Malé, donde parece ser un joven temerario. Es el que escondió la pólvora, porque es el rey de la guerra y las pendencias ; la propagó en todo el mundo. Combatiendo llegó hasta Asia. El collar lleva 8 cuentas rojas y 16 blancas. Viste de blanco y lleva una faja roja transversal. Pelea a caballo, y entre sus atributos tiene una espada y un equino de juguete. Su baile es vigoroso y guerrero. Como atributos le corresponde además, el castillo, el machete y la cinta roja. Se dice que es un Jesús Cristo de treinta y tres años.

Alaguema , Aguemó Yemá , Aguemá : también es un Obatalá que simboliza a ambos sexos de la humanidad. Le pertenece el camaleón, y es dueño de la Ceiba. Es mensajero de Xangó, que guarda celosamente sus secretos. Muchos lo sincretizan con San José.

Ekenike : De la tierra Iyebú, es guardián del pueblo, guerrero, y un sabio anciano que temblequea un poco. Cuando baja, hay que cubrir de blanco el cuarto de las Ochá, el baggí, hasta donde están los tambores. Viste de blanco, y se le da una escopeta de juguete, y para que salga a bailar ante el tambor, se dispara un fulminante de salva. Éste se sorprende, da un salto, y luego empieza con su danza.

Talabi : es un Obatalá hembra que, aparentemente, se hace la vieja sorda. También se lo llama con éste nombre a uno de los jimaguas o Ibeyis hembra. Se lo sincretiza con Santa Rita de Casia.

LEYENDA DE OBATALA

Obatalá vive con su mujer e hijos, Oggún, Ochossi, Elegguá, y tiene un centinela, Osun; Oggún era el hijo preferido de Obatalá y Yemmú. Era el más trabajador, y sus hermanos estaban obligados a obedecerlo. Oggún se enamoró de su madre y varias veces estuvo a punto de violarla, pero el chiquito Elegguá, lo vigilaba y le avisaba a Osun, que llegaba de improvisto y requería a Oggún.

Oggún comprendió que Elegguá, que andaba siempre fisgoneando, le había contado a Osun lo que él pretendía, e inventado un pretexto, lo echó a la calle. Elegguá se quedó en la esquina; daba vueltas alrededor de la casa sin entrar, y no perdía de vista a Oggún, quién le echaba montones de maíz a Osun para que no lo delatase. Mientras Osun comía, él aprovechaba aquel momento para abusar de su madre que se lo consentía. Y así todos los días a una misma hora, Oggún cerraba la puerta de la casa, dejaba afuera a Osun atracándose de maíz, y... ya usted sabe !

Elegguá esperó a Obatalá y le dijo: “Babami hace muchos días que no como. Oggún me ha castigado dejándome afuera en la calle para que no vea las maldades que está haciendo, y Osun no se lo ha advertido porque Oggún le da mucho maíz, y se queda dormido...”

¡ Pero Osun no puede quedarse dormido !

A la mañana siguiente Obatalá se levantó temprano, volvió antes de la hora acostumbrada y se acostó entre las yerbas detrás de un árbol. Desde allí vio a Osun durmiendo, y a Oggún que cerraba la puerta. Obatalá lloró de pena, y de pena temblaron las piernas. Cortó un gajo del árbol para apoyarse, y tocó a la puerta con aquél bastón... Yemmú comprendió que era Obatalá que venía a sorprenderlos y quiso precipitarse a abrir la puerta. Pero Oggún sabiendo que su madre no era culpable, le dijo : ¡ No mamá, no abra usted, yo soy un hombre y la culpa es mía !

Obatalá tenía la mano levantada para maldecirlo cuando Oggún abrió la puerta.

¡ No maldiga Baba, que yo mismo me maldigo ! ¡ Que yo, Oggún Agguanillé, Oggún onile Kobú, Oggún tocumbí, trabaje día y noche hasta el fin del mundo !

Entonces Obatalá entró en la casa y Oggún dijo mostrándole a Yemmú : “mi madre es inocente...” Obatalá le dijo a Oggún : ¡ Lárgate ! No puedes vivir dentro de casa. Y Oggún avergonzado, se marchó y se metió en su herrería.

A Osun le dijo : Confiaba en ti y te vendiste por agguadó ( maíz ). Y a Elegguá : Mi centinela serás tú. Y a Yemmú : No te maldigo, pero si nos nace otro hijo varón, lo mataré.

Nació Orulá, y Obatalá lo mandó enterrar bajo una Ceiba. Nació después Xangó, y a pesar de su juramento, al verlo tan gracioso se compadeció del niño y se lo entregó a Dáda, su hermana mayor, para que lo cuidase en su casa. Pasaron cuatro años y Dáda lo vistió de rojo y lo llevó de visita a la casa de sus padres. Obatalá se alegró con su hijo y le hizo muchas caricias, mientras Yemmú lo contemplaba llorando porque pensaba en Orulá. Obatalá lo sentó en sus piernas y al ver el llanto de Yemmú, Xangó Mokokén, preguntó la causa de aquellas lágrimas.

Yemmú le respondió : ¡ Algún día te lo diré...!

Le ordenó a Dáda que en adelante todos los días le trajera a su hijo. Y Obatalá todos los días le narraba a Xangó algún episodio de su vida ; todos los días le contaba lo que Oggún le había hecho. Así creció Xangó - que cuando es niño se llama Olúfina Koke -, criando en su corazón odio y rencor para Oggún. Cuando se hizo un hombre, Ayalá Yeo, bonito y guarachero, se vistió de guerrero, montó en su caballo Esinla, y se dirigió a las posesiones de Oggún para llevarse a su mujer, Oyá. Esta lo vio pasar, y enseguida se quedó enamorada y se prendió a su lado. Oggún trabajaba como un esclavo y no pensaba más que en beber como una esponja.

Era un hombre brutal, despótico y manilarga, y Oyá se dejó robar por Xangó encantada. Este rapto dio origen a una guerra tremenda entre Xangó y Oggún, y de la que Xangó al principio, no salió victorioso...

LA PALOMA DE OBATALA EN OCHA

Cuando todos los grandes hombres de Efí estaban reunidos para dar comienzo al barroco, vieron que faltaba el boncó y delegaron en el rey de Efí Cubakua para que fuese a tierra Enyemiyá - la tierra de los tambores - y trajese un boncó. Este cumplió su misión y se lo ofreció a Efiméremo ( Mocongo ). Comenzaron las fiestas, y a la hora de la consagración, Mocongo vio una paloma, y preguntó si no sería un espíritu que venía a participar con ellos de la fiesta. Ekueñon mandó a Nasacó que adivinase que sería esa aparición y Nasacó dijo : “Anamieto, viaña iruá akuaramina”. No era un fantasma. Era una paloma, gracias e imagen del Espíritu Santo. Ekueñon la tomó y la presentó al Ekué murmurando : Madre mía te presento esta paloma que es de la tierra de Orú, venida por obra de Dios y del Espíritu Santo. Y Ekué sonó tres veces, y Ekueñon la dejó partir en paz. Y todos vieron la paloma del Espíritu Santo cuando, camino del palacio del rey de tierra Besundi desfilaba la procesión, y los príncipes de tierra Efó, Yambeke y Eyegueyé, llevaban el fundamento de Obatalá...

SUS HIJOS : son personas de férrea voluntad, tranquilos y dignas de confianza. Son reservados y no acostumbran a lamentarse de los resultados de sus propias decisiones. Dados a las letras, la literatura o la filosofía. Estudiosos incansables. Sabios. Disciplinados maestros. Excelentes padres de familia. A veces infieles en lo sentimental. Son la perfección, la pureza. A veces su ego lo lleva a aislarse de los demás, pues cree que es él, el único dueño de la verdad...

SU BAILE: El baile de Oxala joven es parecido al de otros orixas, jóvenes y guerreros.

Pero cuando llega Oxala ancianito, es decir Oxalufan, es muy diferente, se torna lento y difícil su caminar, su

Cuerpo se dobla y hace los movimientos de una persona anciana.

A veces es asistido por quienes lo rodean para evitar que se tropieze o se caiga.

EL de OBATALA es cadente, simpático y representa el suave andar de un anciano. También, de un jinete que blande su espada, o sacuden el rabo de caballo blanco (iruké) para limpiar los caminos.

COLORES: Oxala es representado con el color blanco y vibra con el numero 8.

COLLARES: El color de los collares es blanco o blanco y cristal, con cuentas de 2, 8,16, o 24 por división.

DIA: VIERNES / DOMINGO

COMIDAS: Maiz blanco cocido (cangica), merengues , arroz, o arroz con leche, porotos blancos, miel.

BEBIDAS: Agua con miel, o leche.

HIERBAS: Planta de la moneda, romero, jazmín, lirio, olivo, malva, artemisa, menta, otras.

ELEMENTOS: Opaxoró, (baston de color blanco), buzios, monedas, peces, palomas.

SALUDO: Epaó ebabá o Epa epa baba

EN AFRICA: EXE HEY-TIEMI BABA OKE

EN OCHA: ¡ Babami Omioró ala lupaó...!

CANTO AFRICANO

O PERE KETE O ERE KETE BABA.

IBI ONI ALA DO INGENIA O ERE,

KETE ABA, O PERE KETE OXALUFAN,

O PERE KETE BABA IBI ALA DO

INGENIA O PERE KETE BABA

1 comentario:

iya falabi ti obatala dijo...

hola me gustarías que aclares de donde salio esta reseña y que aclares que es de falabi ti obatala ya que este reseña esta premieda en 2001 por el Word congreso africanista y también esta en mis paginas y en mi libro y tiene derechos de autor me gusta que compartan pero aclara de quien es ashe